Uso de líquidos y electrolitos en el neonato

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La cantidad total de agua corporal es inversamente proporcional a la edad y a la cantidad de grasa corporal. Esto se debe a que el tejido adiposo contiene 10% de agua, mientras que el tejido muscular contiene 75% de agua. En el recién nacido (RN), el 78% del peso corporal total (PCT) se encuentra formado por agua. En el prematuro 80%, a los 12 meses el PCT es de 60%. Simultáneamente al crecimiento del niño, la cantidad de agua corporal en el espacio extracelular (EE) también disminuye. El volumen EE representa el 50% del peso corporal total en el prematuro y 45% en el RN de término hasta el año de edad. El líquido intracelular se incrementa lentamente a un 33% al nacimiento y a 40% al primer año de vida y no cambia sustancialmente después de esto (1).
El sodio es el principal catión extracelular, y el cloro es el principal anión, mientras que el potasio es el principal catión intracelular. La homeostasis del sodio es mantenido por el balance entre la ingesta y las pérdidas de sodio, por el sistema renina-angiotensina-aldosterona y por las propiedades de la hormona antidiurética. Las necesidades diarias de potasio son de 3 mEq/k/día y de sodio son de 1-2 mEq/k/día, los requerimientos de calcio son de 50-80 mg/kg/día. Los requerimientos de sodio y potasio en prematuros son un poco más altos. La hiponatremia es el trastorno más frecuente dentro de los desórdenes electrolíticos del neonato, la hiponatremia severa 120 a 125 mmol/L puede resultar en un daño permanente o transitorio, edema cerebral y convulsiones. El déficit de sodio se calcula de la siguiente manera. Sodio ideal menos sodio renal × 0.7 × peso, ejemplo: 15 × 0.7 × 3 = 31.5 mEq. El 60% del déficit de sodio debe reponerse en las primeras 12 horas, el resto en las horas siguientes. El déficit de potasio se calcula de la siguiente manera. Potasio ideal menos potasio real × 0.3 × peso. La totalidad no debe sobrepasar 0.2-0.5 mEq/k/h (2).
El primer aspecto es cubrir el mantenimiento de líquidos (Holliday y Segar). El segundo aspecto es el ayuno. La mayoría de los neonatos que se operan de urgencia lo hacen a las pocas horas después del nacimiento, se encuentran en ayuno y recibiendo líquidos a través de una línea intravenosa. El ayuno es una experiencia poco placentera para todos los seres humanos, pero principalmente para los niños. Entre más pequeño es el niño el ayuno produce más déficit de líquidos. El propósito del ayuno es prevenir la broncoaspiración. El segundo problema es la hipoglucemia (HG), la cual puede ser peligrosa. El déficit del ayuno generalmente se hace con solución cristaloide tipo fisiológica o Ringer lactato (3).
El siguiente punto es tratar la formación del tercer espacio. Se trata de un volumen de líquido formado en el tercer espacio, un volumen de líquido no funcional, clásicamente es el líquido que resulta de la agresión quirúrgica, oclusión intestinal, o un hematoma, ascitis o derrame pleural, pero que requiere de su reposición a la brevedad posible, porque este líquido salió del espacio intracelular, es una solución isotónica al plasma. Su tratamiento varía desde 1 mL/k/h en cirugía menor, hasta 15- 20 mL/h en procedimientos quirúrgicos mayores abdominales amplios o torácicos. Las pérdidas de sangre son reemplazadas 1:1 y 3:1 con cristaloides. Las pérdidas del tercer espacio se reemplazan con salina, o Ringer lactato (1). 
 
Pregunta:

¿Cuál es el objetivo principal de la terapia de líquidos en el neonato?

 
Fuentes:
1. Manejo de líquidos y electrolitos en el neonato Dr. Enrique Hernández-Cortez,* Dra. Liliana Ramírez-Aldana ELECTROLITOS EN PEDIATRÍA Vol. 39. Supl. 1 Abril-Junio 2016 pp S197-S199
2. Arya VK. Basic of fl uid and blood transfusión therapy in paediatric surgical patients. Indian J Anaesth. 2012;56:454-462.
3. Carrillo-Esper R, Montero-Estrada I, Soto-Reyna U. Ayuno perioperatorio. Rev Mex Anest. 2015;38:27-34.

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